
Jorge Prado
Información de contacto
- EMAIL: jorge@bikineros.com
Acerca de mí
Casi 10 años después de lanzar Bikineros, sigo creyendo que las mejores historias empiezan con una bici, una cámara y un poco de vergüenza ajena.
Soy Jorge, y aunque he hecho de todo —desde repartir pizzas hasta negociar en ferias de energía solar— lo que realmente me ha cambiado la vida fue salir en bici con una cámara y contar lo que nos pasaba como si estuviéramos en el bar.
Eso se convirtió en Bikineros: una marca, un canal, un club… y una comunidad que no para de crecer.
Antes de eso, fui nadador, probé todos los deportes (mal), estudié algo que no me gustaba y trabajé mucho en cosas que detestaba. Pero aprendí, viajé, viví. Y todo eso lo cuento con humor, porque al final vivir para contarlo es lo que importa.
Estamos cerca de los 10 años de Bikineros y he pensado que era buena idea crear este espacio en el que contarte mi historia, que es igual que la de muchos, pero al ser la mía… pues la cuento. No te voy a contar la de mi prima la de Ceuta.
Allá por el siglo pasado el mundo me llevó a estudiar algo que no me gustaba, y a trabajar en algo que llegué a aborrecer, pero que a cambio me dio mucho: aprendí unas cuantas profesiones, gané algo de pasta, y viajé un huevo por el mundo. Pero empecemos por el principio.
Año 1985, Jorgín comienza a nadar. Para escapar de la Guardia Civil en las Rías Baixas? No, para competir al máximo nivel. 11 años nadando para nada (qué ironía eh). A la vez fui probando otros deportes, como baloncesto, tenis, hockey… todo mal. Aprendiz de todo, maestro de nada, dicen.
Muchos años después, al iniciar los estudios universitarios, decidí engordar 10kg en ocho meses al empezar a trabajar en Telepizza. Me puse ciego, y gané unos dineros mu guapos para gastar en juergas y en fotocopias. Nada mal, muy recomendable experiencia. Trabajé también descargando sacos de café (ahora lo llaman Crossfit), como Electricista,… muchas cosas. Hay que ganarse la vida, y madurar como adulto comiendo miserias.
Luego llegaron las Energías Renovables, y me subí al barco con todo. Trabajé muuuchas horas, conocí seres increíbles, y viajé mucho mucho.
De los viajes me quedo con tres:
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Las Vegas, Nevada: el deterioro de la especie humana.
El gran recuerdo de ese viaje de trabajo a una feria de Energía Solar fue una señora muy mayor, cigarro en mano y vodka o vete-a-saber-tu-qué, jugando a las tragaperras en el Hotel-Casino Riviera a las 8am, y que cuando volví de trabajar + afterwork, allí seguía gastando la pensión. |
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Kingston, Jamaica: si, es como te lo imaginas.
Todo el mundo muuuuy tranqui, pero tranqui como en las pelis eh. No es una exageración lo que se dice. La gente trabaja ojo, y no trabajan mal, pero de tranquis. Mucho que aprender. Os podéis imaginar cómo fue aquel viaje. |
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Houston, Texas: casi me liquidan.
Pues si, un bus me deja en el Downtown y un caco encapuchado me clava por la espalda lo que pensé que era una pipa. Me pidió mis dineros, mis mochilas, mis todos. Me agarré a la vida y le mandé a tomar por culo. A un Asturiano no se le tocan los cojones amigo. |
Ya sabéis que soy el 50% de Bikineros, así que si queréis más chicha sobre estas historias, al Podcast corriendo.
https://www.bikineros.com/pages/podcast
Poco después de aquel viaje a Houston llegó el bajón. Muñeca al palco por el ratón del ordenador -le pasa a mucha gente- y rodilla KO también, en este caso por el fútbol7, al cual me entregué completamente -le pasa a aún más gente-. Y para mejorar esta situación: un despido! Vamos no me jodas.
Pues nada, al paro y con doble operación que recuperar. Una niña de 2 años y una mujer que trabaja todas las horas en su propio negocio. Mal momento, pero de todo se sale. Y aquí aparece Youtube.
En 2016 un amigo, que me veía muy bajo de ánimo, y con 20kg extra de panceta ibérica me dijo: para motivarte en la recuperación, siempre puedes montar un canal de Youtube y contar tu movida. No te verá ni Dios, pero con que lleguen 5 mensajes de apoyo, suficiente. Y así lo hice. En Septiembre de 2016 nació Operación Bikini 2020. Aquí el primer vídeo del canal:
Perturbador, ¿verdad Cármen? Todos tenemos un pasado, y una versión de nosotros lamentable y a la vez, entrañable.
Claro, aquello no era Bikineros, aquello era yo sentado en un WC soltando idioteces. Bikineros nación muy poco después cuando Edu se sumó al proyecto (que no era más quedos amigos saliendo en bici para adelgazar un poco y matar el tiempo libre en el paro mientras buscábamos trabajo). Y qué pasó? Que gustó.
El secreto del éxito, que fue más o menos rápido, fue que cubrimos una necesidad. A la gente le chirriaban los Sanjuanes y Ajrams que hacían cosas épicas. Querían gente normal, haciendo cosas normales, y contándolo de manera distendida.
Vale, igual no tan normales como depilarse con cinta americana, pero ya me entiendes, los idiotas hacen idioteces.
Pasan los años y, tras vídeo que lo petan bastante como el de BiciTV o el del Orbea Factory Team, llegan los retos mayúsculos: El Angliru había que subirlo, y se subió.
Otros puertazos llegaron, como el Gamoniteiru, otras Marchas llegaron, como la Andalucía Bike Race, Lanzarote,…pero nada cambió en nosotros.
Ahora, casi diez años después, con una marca de ropa, un club ciclista, un podcast que lo peta, y más de 20millones de views en Youtube, podemos decir que seguimos siendo los dos mismos chavales que en 2016 salían en bici para adelagazar y relajar la cabeza.
Ha sido mucho esfuerzo, pero mucha diversión, y gracias a este nuevo “trabajo” he podido tener otro hijo, y permitirme una vida que, lejos de ser escéntrica, es cómoda para con lo más importante que hay: disfrutar de la familia y amigos con tranquilidad.
Gracias por estar ahí todos estos años, y por quererme (querernos) tanto.
#unbesín